He descubierto que tengo una especie de curiosidad por dos clases de seres:
1°) Los jóvenes y jóvenes adultos que viven en departamentos. Pero onda esa gente que vive sola o con alguien más, no esos que se hacinan 4 almas en un monoambiente.
Hoy estaba sentado tomando un café con Tinkerbell en el Bonafide de la Chacabuco al 400, que queda justo debajo de un edificio. Y el acceso principal a este edificio queda al lado del bar. Y cada vez que entraba o salía alguien, yo lo/la miraba y me carcomía la envidia por una supuesta vida re interesante que según yo tenían. Pero todos, todos todos, desde el con más cara de momia y la mas ñoña, hasta la con más pinta de trola.
En algún momento llegué a pensar que mi vida se solucionaría si tan solo yo tuviera mi dpto propio sobre Cañada o en Nueva Córdoba.
Sigo sosteniendo esa hipotesis, dicho sea de paso.
2) La gente que está esperando un omnibus a la noche tarde. Porque están los típicos que viene o van al trabajo, que los identificas enseguida, o la típica chica, que nunca suele estar buena y de la pensás "Esta está loca, la van a re violar 5 veces antes que llegue el onmibus". Peeeeeeeeeeeero ....hay otros , que gralmente tienen mochilas, y que se les nota la actitud de "quiero llegar a casa" que , para mí, saben algo muuuuuuuuuy grosso que yo no se. O tal vez vienen de una fiesta muuuy buena de la cual yo no me enteré o no se, pero tienen pinta que la pasaron bomba.
Un día de estos me voy a tomar un bondi, a la noche bien tarde, con la esperanza de que sea todo un universo paralelo dentro y el próximo destino sea un lugar re, pero re grosso.
Noooo, ya se, mejor, un día de estos, me consigo una vida
y dejo de pensar tantas pelotudeces.
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