Bueno, por si no lo sabían, soy adicto a la Coca Light. Y todos los días necesito tomar una dosis mínima de ella.
Y no tengo drama, cuando compro la de 2 lts. en compartirla con el resto de mi familia. Lo único que pretendo es que cuando sale de mi bolsillo, me dejen el último vaso.
Y esto no sucede nunca.
Suelo compra una todas las siestas de los días hábiles para ver "El Color del Pecado" (Si, lo confieso, veo esa novela) la cual termina en estas próximas dos semanas, por lo cual Coca Cola Inc. sufrirá un serio revés en su economía cuando el programa llegue a su fin.
Como les decía, la compro, me tomo cuarto de botella mientras veo las péripecias de Preta y Paco Lambertín para estar juntos, termina, guardo la botella, salgo a tratar de conseguirme una vida, y vuelvo cerca de las 10 pm. Abro la heladera y no hay nada de nada. Me fijo en el tacho de basura, y , efectivamente , ahí está el cadáver de mis $3.
Los findes suelen ser entre 2 y 3 botellas, una en el almuerzo, otra para la sobremesa y la tarde y otra para la cena y post cena, pero en el día de la fecha me percato que hay solamente una. Y para la hora de la sobremesa queda para un vaso y medio.
Somos solo mi hno y yo, cerca de la heladera, en ese momento.
El no se da cuenta de mis intenciones, pero estoy seguro que en cuanto sienta el "fshhhhhh" de la tapa cuando la girás, me dirá "dame un poquito".
"No mi querido hno, eso no va a suceder hoy" digo para mis adentros.
Entonces, idea maquiavélico:
Saco un hielo.
Mido a ver si va a entrar por el orificio de la botella......... no, no va a ser posible.
Me lo meto en la boca (sonó feo).
Lo muerdo (aún más feo).
Abro la botella y meto el hielito frappé dentro, cosa de que ,de paso ,vaya un poco de babita, bien asqueroso y me asegure de que no me va a pedir ni una gota.
Me mira con cara de " no podés ser tan hediondamente egoísta".
Lo miro con cara de "mirá como si puedo".
Listo, misión cumplida.
Directamente de la botella, echo un trago que tiene gusto a "hijo único".
En realidad no me costaba nada darle la mitad, pero no quiero, es como el último bocado del Cuarto de Libre con Queso de Mc Donald´s, nadie te puede pedir ese pedacito.
Podría haber ido a comprar otra, pero no tenía ganas de escucharlo a mi papá decirme :"Nene, otra Coca? mirá que esos $3 son un dólar, y nos estamos yendo de viaje en 20 días.....".
"Y eso no es nada, papi, en realidad es un dólar más que me vas a tener que facilitar VOS"
De última, que vaya y se compre una mi hno.
Y nada, eso nomás.
Me guardo el último trago para cuando termine de escribir este post.
De la botella a mi estómago, sin vasos que oficien de intermediarios.
Y terminé.
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