Hace un rato, a eso de la 1:15 pm, fuí a comprar pan a una despensa que hay en la esquina de casa. Ahí me encontré con dos amigos, uno compraba cigarillos y el otro, yogurt. La despensa tendrá 3 semanas de inaugurada y los que atienden son unos riojanos medios tololos quienes, a veces, necesitan 3 personas para sumar lo que te tienen que dar de vuelto. Buena gente, pero media nueva , se ve, en el rubro.
Hoy estaban la gordita madre y su gordita hija atendiendo. Despuès de tomar el pedido de los 3 vuelve con 3 bocaditos Cabsha y nos los da por la semana de la dulzura. Mis amigos y yo quedamos medios tilt por el sorpresivo gesto, y como te atienden reja de por medio, nadie le dio el beso correspondiente a la gordita, solo un "Muchas gracias" triple. Camino a casa, me dice Leigh (uno de mis amigos, el más viejo, el más grande, el más querido, el que vive casa de por medio) : "La gordita está al salto por el bizcocho", y yo me reí de la frase.
No se si por culpa, por compromiso o por la posibilidad de que fuera cierto que la niña esta anduviera en la busca y me pudiera levantar el ego, pero hace un ratito, después de almorzar, volví a la despensa y le di el beso que le adeudaba.
The right thing to do.
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